Éste era un príncipe azul.
Que salió de un cuento de hadas,
para llorar a su amada,
montado en un microbús.
Le cantó hacia su ventana
una triste melodía
de amor. Pero no sabía,
que ella salía con un chaca.
La princesa de la calle
Castilla, cuando vio al joven,
suspiró con sus canciones
sin dejarse sonrojar.
Ella estaba tan drogada
que pensó que era el conecte
y le preguntó muy fuerte:
¿¡Por qué vistes un disfraz!?
Nuestro príncipe, enojado,
Al mirarla embrujada
tomó su arma de cartón.
Pero el chaca estaba armado
con su fierro envenenado.
Lo clavó de sopetón.
El príncipe, derrotado,
al mirar rotas sus mallas
Se fue en taxi al hospital.
¡No me hagan nada –Gritaba-
porque dije que mañana,
devolvería este disfraz!
Éste era un príncipe azul,
que ahora tiene tantas deudas,
que en los McDonalds pregunta
si ahí puede trabajar.
De su amada nadie sabe.
Todos dicen que murió.
Dicen que fue por picarse.
Ya no hay muertes por amor.
Éste era un príncipe azul,
que ahora vive en una esquina,
maldiciendo todo el día,
al cholo que lo picó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario